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Alfabetización Informacional (ALFIN)
en Colombia...
Mariposas amarillas

que preceden, constituyen y fortalecen
la gestión de información y del conocimiento,
la inclusión social, académica y científica,
el aprendizaje para toda la vida...






22 feb 2010

La Alfabetización Informacional vista desde líneas de tiempo

Las líneas de tiempo son un recurso tecnológico que ofrecen grandes posibilidades didácticas para aprender un tema, e investigativas para construir un estado del arte.

En el campo de la Alfabetización Informacional tras una revisión bibliográfica y de recursos web disponibles, éstas han sido aún poco usadas.

Por tal motivo, y como otro aporte a la "Cruzada por la Alfabetización Informacional" se presenta una versión inicial de estas  3 Líneas de tiempo  de ALFIN (Colombia, Iberoamérica y el mundo) que aprovechando diferentes recursos web, comienza a ser construida, y espera el aporte de todos para irla ampliando, complementando y corrigiendo.

Aporte que se une a la efemérides por los 10 años que cumplió hace pocos días el establecimiento por parte de la ALA/ACRL de las Competencias  de Alfabetización Informacional para la Educación Superior (Information Literacy Competency Standards for Higher Education), que han marcado un hito en el desarrollo del ALFIN en diferentes contextos, en diferentes tipologías de bibliotecas e instituciones educativas, no solo de carácter universitario.


Línea de Tiempo: ALFIN en Colombia



Línea de Tiempo: ALFIN en Iberoamérica




Línea de Tiempo: ALFIN-INFOLIT en el mundo
 


A la espera del aporte de todos para irlas completando 
cada día más...

Para construir juntos la historia, presente y futuro 
de la Alfabetización Informacional...

1 feb 2010

La Alfabetización Informacional en la Universidad. Descripción y Categorización según los Niveles de Integración de ALFIN. Caso Universidad de Antioquia

Como un aporte más a la Alfabetización Informacional desde Colombia (y para Iberoamérica y el mundo), a continuación se quiere compartir el presente artículo que hace parte de un avance del trabajo doctoral denominado: "Lecciones aprendidas en programas de ALFIN en universidades iberoamericanas".

En este artículo, gracias a la autorización del Comité Editorial de la Revista Interamericana de Bibliotecología, se comparte en su versión pre-print (pues se publicará en su versión impresa definitiva para el ejemplar No. 2 julio-diciembre de 2010), con el objetivo de seguir avanzando en la "Cruzada por la Alfabetización informacional en Iberoamérica" que en días recientes se propuso, pues un aspecto clave en la ALFIN en nuestros contextos, es poder evaluar el nivel en que estamos (tanto en lo institucional, como en los procesos de enseñanza-aprendizaje) para poder mirar hacia dónde debemos ir, compararnos coperativamente con otros (universidades-dependencias y escuelas/facultades de bibliotecología,documentación,ciencia de la información) para así ayudarnos mutuamente aprendiendo de otros, haciendo procesos de bechmarking...

En síntesis, tras el modelo de evaluación de para una universidad respecto a ALFIN que se propone, siguiendo los postulados de LINDAUER (2004), y adaptando 2 propuestas de categorización de universidades según el nivel de incorporación de las TIC, y  sintetizando y actualizando la propuesta JOHNSTON y WEBBER (2006): "Towards the information literate university"; se presentan las siguientes 4 categorías para clasificar el nivel de incorporación de ALFIN:  

Para Universidades - Dependencias Universitarias (Sistemas de Bibliotecas):
 
1. Universidades-Dependencias comprometidas en la ALFIN: 
Son universidades-dependencias que se caracterizan por un trabajo en ALFIN de más de una década, en las que la Alfabetización Informacional, las competencias informacionales, son definidas tanto en objetivos como en metas concretas en sus Planes Estratégicos, como consecuencia de la concientización sobre su importancia para el aprendizaje para toda la vida y la generación de conocimientos, apoyados en las TIC, el e-learning y en estratégicas didácticas activas, ante las exigencias educacionales-informacionales de la actual sociedad. Es decir, ven la ALFIN como una ventaja estratégica y diferencial a divulgar y desarrollar cada día más para un mejor posicionamiento y servicio como universidad-dependencia ante los diferentes públicos. Por consiguiente, son universidades-dependencias que reconocen la necesidad que las distintas poblaciones de su comunidad universitaria (estudiantes, profesores, investigadores, empleados, directivas) estén adquiriendo esas competencias y tengan diferentes opciones de formación. Opciones de formación de carácter curricular para el caso de los estudiantes, y de educación continua y como requisito de vinculación-actualización-ascenso en los escalafones para el caso de profesores, investigadores, empleados y directivos. Los programas-cursos que conforman estas opciones de formación en ALFIN presentan, a su vez, unos objetivos y metas de enseñanza-aprendizaje definidos, la adopción de un modelo-norma-estándar de ALFIN, el reconocimiento de distintos modelos de comportamiento informacional (Behaviour Models of Information Seeking and Use), además de una evaluación permanente de sus resultados (tanto cuantitativos como cualitativos) y un mejoramiento continuo según esos resultados. Las áreas y personas a cargo de los programas o cursos que hacen operativa esta formación, trabajan en forma colaborativa-integrada (bibliotecas y facultades, bibliotecólogos y profesores; entre otros), y reciben todo el apoyo institucional en recursos financieros-tecnológicos y en capital humano, lo cual les permite optimizar esfuerzos y recursos, y presentar mejores y más actualizadas posibilidades de acceso, conocimiento y uso a herramientas y servicios especializados de Internet y a fuentes de información de calidad. 
 
2. Universidades-Dependencias en crecimiento en la ALFIN: 
Son universidades-dependencias que llevan entre 3 y 10 años trabajando en ALFIN, por lo cual en sus Planes Estratégicos la Alfabetización Informacional y los objetivos y metas que implica, considerando sus diferentes componentes, se están apenas formalizando para ser considerados como claves para su desarrollo institucional. Se comienza a tener conciencia sobre la transversalidad de la ALFIN en la formación y capacitación de las distintas poblaciones que conforman su comunidad universitaria, pero aún hay muchas instancias al interior de dicha universidad-dependencia que no tienen claras sus implicaciones cognitivas, didácticas, informacionales, tecnológicas, comunicativas. Los cursos-programas de ALFIN que ya llevan a cabo, están en proceso de estructuración, definiendo sus objetivos y metas de aprendizaje, y acercándose a la concreción y aplicación de un modelo-norma-estándar de ALFIN, a conocer los comportamientos informacionales de sus potenciales usuarios/estudiantes y los referentes teórico-conceptuales en esa temática, aunque con pocas experiencias mediante e-learning y didácticas activas. Son propuestas formativas que comienzan a ser aceptadas como parte de los planes curriculares solo en algunas facultades/escuelas, y como competencias-requisito para la vinculación de los nuevos profesores, investigadores, empleados y directivos, en dichas facultades/escuelas. Las evaluaciones de los programas-cursos que se llevan a cabo en forma más permanente, se centran en lo cuantitativo, aunque ya con algunos avances cualitativos, y no todas las veces generan mejoramientos las valoraciones hechas por los participantes. Se cuenta cada vez con mayores recursos financieros-tecnológicos y de capital humano, pero son insuficientes para las necesidades y requerimientos que las poblaciones universitarias les exigen a las áreas encargadas. Las posibilidades de acceso, conocimiento y uso de herramientas y servicios especializados de Internet, y a fuentes de información de calidad, cada vez aumentan pero aún se quedan cortos para lograr mejores resultados.
 
3. Universidades-Dependencias iniciando en la ALFIN: 
Son universidades-dependencias que han comenzado desde hace 1 a 2 años a reconocer que los tradicionales programas de formación de usuarios (entrenamiento para el uso de los servicios de la biblioteca) no son suficientes y que la gestión de información y del conocimiento en la actualidad implica el aprendizaje para toda la vida y mayores alcances en esa formación utilizando las grandes posibilidades de los medios digitales y nuevas formas de enseñanza-aprendizaje (e-learning y didácticas activas). Por tanto, la ALFIN no aparece en forma muy definida, formal, entre sus objetivos y metas estratégicas, y se concibe más como cursos aislados o complementarios, no curriculares o de exigencia en adquisición de competencias. Los nuevos cursos de ALFIN se van construyendo sobre la base de los cursos-programas de formación de usuarios tradicionales, donde hay algún conocimiento de los usuarios/estudiantes desde su perfil general (datos sociodemográficos y educativos) pero no desde sus comportamientos informacionales concretos, aunque poco a poco se comienzan a adicionar o reestructurar pensando en las implicaciones de ALFIN tanto filosófica como operativamente, lo cual implica el paso de la concepción de entrenamiento a la de formación. La evaluación se hace en forma esporádica y más para responder a la presentación de distintos informes, desde una perspectiva cuantitativa. Los recursos son escasos y se dedican principalmente a la tarea de generar experiencias piloto, y obtener, resultados positivos, para ir gestionando nuevos recursos tanto financieros-tecnológicos como de capital humano y de fuentes de información de calidad.
 
4. Universidades-Dependencias desconocedoras de la ALFIN: 
Son universidades-dependencias donde el tema de ALFIN, la Alfabetización Informacional como concepto no aparece o se confunde con la Alfabetización Digital. Se considera que con ésta última es suficiente, que con el acceso a los medios digitales, los procesos de aprendizaje permanente y generación de conocimientos se dan por sí solos. Por tanto, en sus Planes Estratégicos, si se menciona algún aspecto, es enfocado a las tecnologías, a Internet como fin más que como medio. Cuentan con programas tradicionales de formación de usuarios, la mayoría de las veces muy precarios, lo cual responde a una concepción muy “corta” de lo que implica una biblioteca o las fuentes de información de calidad para un mejor proceso de enseñanza-aprendizaje. Es decir, se ve en el mejor de los casos como entrenamiento en el uso de determinado recurso informativo que como formación para la gestión de información y del conocimiento. Así pues, sus recursos financieros-tecnológicos, de capital humano y de fuentes de información de calidad son casi nulos. Dichos programas no tienen metas ni objetivos muy definidos y son más producto de la inercia, “varios años realizando lo mismo”, desde la concepción tradicional de formación de usuarios. Son universidades-dependencias de una tradición más acorde con las universidades del siglo XX que con las exigencias de la sociedad de la información actual.

 
Para Facultades-Escuelas de Bibliotecología-Documentación-Ciencia de la Información
 
Se propone una categorización particular, también de 4 niveles, considerando que en estos contextos debe haber una incorporación de la Alfabetización Informacional enfocada tanto a la presencia de la ALFIN dentro de su plan de estudios (docencia), como dentro de sus líneas y proyectos científicos (investigación) y de sus relaciones con el contexto social-económico-cultural y político (extensión):
 
1. Escuelas-Facultades de B./D./C. Inf. comprometidas en la ALFIN:
Se caracterizan porque, dentro de su plan de estudios a nivel de pregrado, la Alfabetización Informacional es transversal además de la presencia de módulos y varios cursos concretos que buscan desarrollar en los estudiantes todas las competencias informacionales, informáticas, comunicativas y educativas-didácticas que implica aprender y enseñar ALFIN: localizar, seleccionar, recuperar, organizar, evaluar, producir, compartir y divulgar información y conocimiento. Los modelos pedagógicos, las normas-estándares de ALFIN y los modelos de comportamiento informacional, son contenidos teórico-conceptuales y aplicados que están claramente presentes en su formación. Se concibe entonces al futuro bibliotecólogo/documentalista/profesional de la información con un rol educativo y de mediador tecnológico (humanware), y como un agente a participar activamente en el diseño curricular de las propuestas formativas de las universidades y distintas facultades, en interacción constante con profesores y otros profesionales a cargo de ese diseño, ante la importancia transversal de la gestión de información y del conocimiento en los actuales currículos de toda profesión. Respecto a la investigación, dentro de sus grupos, y por ende también en el posgrado, la ALFIN es considerada como una de las líneas principales, lo cual ha generado, desde hace más de una década, el desarrollo de diferentes proyectos teóricos y aplicados en este campo. Por ende, han publicado múltiples trabajos en esta temática, en diferentes idiomas, y tanto de alcance nacional como internacional. Adicionalmente, como parte de sus servicios de extensión, se apoyan procesos de investigación y de formación en otros sectores económicos (diferentes instituciones y empresas) y educativos (primaria, secundaria, técnico, tecnológico, universitario), que han ido descubriendo la importancia de la ALFIN para la gestión de la información y del conocimiento, para el aprendizaje permanente, y lo que esto puede retribuir a nivel social y organizacional. 
 
2. Escuelas-Facultades de B./D./C. Inf. en crecimiento en la ALFIN:
Se caracterizan porque, dentro de su plan de estudios a nivel de pregrado, la Alfabetización Informacional tiene uno o dos módulos, o uno o dos cursos concretos, que buscan desarrollar en los estudiantes gran parte (aún no todas y en forma integral) de las competencias informacionales, informáticas, comunicativas y educativas-didácticas que implica aprender y enseñar la ALFIN: localizar, seleccionar, recuperar, organizar, evaluar, producir, compartir y divulgar información y conocimiento, pero aún la formación en ALFIN no es transversal en el plan de estudios ni evidente en su filosofía y práctica curricular, y el perfil de su egresado no presenta explícitamente el rol pedagógico y de mediador tecnológico que debe tener en la sociedad actual. Solo algunos apartes de los modelos pedagógicos, las normas-estándares de ALFIN, y los modelos de comportamiento informacional son tenidos en cuenta como contenidos fundamentales en su proceso formativo. Respecto a la investigación, dentro de sus grupos, y por ende también en el posgrado, la ALFIN es considerada como una de las sublíneas o temáticas posibles de investigación, lo cual ha generado el desarrollo de algunas investigaciones en este campo en los últimos años (de 3 a 10 años), y por tanto se presentan unas pocas publicaciones en esta temática, pero especialmente en su idioma de origen y con un alcance nacional más que internacional. No obstante, en la parte relativa a las posibilidades de extensión de ALFIN, aún no se han realizado trabajos, o si se ha dado alguno, éste ha sido muy puntual y aislado, y no responde a una estrategia permanente.

3. Escuelas-Facultades de B./D./C. Inf. iniciando en la ALFIN:
Se caracterizan porque, dentro de su plan de estudios a nivel de pregrado, la ALFIN apenas comienza a conceptualizarse (hace 1 ó 2 años) como un contenido de aprendizaje teórico-conceptual o aplicado para los bibliotecólogos-documentalistas-profesionales de la información. En sus cursos curriculares se tratan algunos de los componentes y contenidos fundamentales en relación con la ALFIN, pero al cursarse de forma desintegrada no permiten una formación en todas las competencias que implica la Alfabetización Informacional, tanto como estudiantes en la actualidad, como pensando en el futuro, al ser los “principales llamados” a convertirse en formadores-coordinadores de programas de ALFIN en bibliotecas, diferentes tipos de unidades de información, instituciones educativas u organizaciones públicas o privadas. En lo investigativo, la ALFIN aún no es considerada como línea ni como sublínea o tema de investigación, aunque por coyunturas específicas o interés puntual de un investigador, se puede haber realizado alguna investigación con pocas publicaciones, pero especialmente en su idioma de origen y con un alcance nacional más que internacional. A nivel de extensión, la ALFIN no aparece aún en ninguna de las posibles formas (asesorías, cursos de educación continua, vigilancia tecnológica, bechmarking, etc.) en que podría compartirse con la comunidad o diferentes sectores.

4. Escuelas-Facultades de B.-D.-C Inf. desconocedoras de la ALFIN:
Se caracterizan por un plan de estudios tradicional, donde se forma más en un perfil técnico que teórico-conceptual e investigativo, por lo que la ALFIN sobre todo con sus implicaciones cognitivas y didácticas, no es considerada, y en lo referente a lo informacional, informático y comunicativo se visualiza de una forma muy instrumental, como entrenamientos puntuales en determinado recurso informativo, aislados de otros procesos de aprendizaje. No se tienen proyectos de investigación en esta línea o sublínea pues la investigación y la publicación no son un interés de esta formación muy tecnicista. A nivel de extensión, si hay alguna acción, sigue la misma línea de ser algo instrumental, que responde a un requerimiento aislado y puntual de quién lo solicita.


Esta es entonces una propuesta de categorización, de evaluación general de la Alfabetización Informacional en las universidades, y aplicable-adaptable a otros contextos educativos, que como aporte a este campo espera su aplicación en otras  universidades, sus validaciones y críticas, pues ello es parte del camino, de la Cruzada por la ALFIN en Iberoamérica. 


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