El Consejo Nacional de Educación Superior -CESU- presentó al país el resultado de dos años de diálogos donde se recogen propuestas para mejorar el escenario de la educación superior en el país durante los próximos 20 años:
Tras mirar esta nueva propuesta, es muy llamativo encontrar que su prólogo es hecho por Edgar Morín y entre los puntos que este experto indica en dicho prólogo titulado: "La finalidad del proceso educativo o la religación ética del sistema", varios están relacionados con lo que implica ALFIN.
En esta nota queremos resaltar dichos puntos que son sustento a por qué desde nuestros distintos niveles de educación, pero especialmente desde la educación superior hay que formar en la adquisición de competencias informacionales que nos permitan "garantizar el conocimiento pertinente" y "enseñar la comprensión":
Prólogo
Me alegra y me honra la tarea de aportar desde el pensamiento complejo una mirada al Acuerdo por lo Superior 2034. Acepté por razones afectivas e intelectuales, pues le tengo admiración y cariño a la nación colombiana, a su diversidad étnica, cultural y lingüística, a su mestizaje ejemplar, a su desmesura generosa y creativa, a su capacidad juvenil de estar en constante búsqueda de prueba y error. Creo en su futuro como una sociedad libre y con una gran capacidad de resiliencia, metamorfosis y renacimiento. Creo en una Colombia grande, que le apuesta a la educación inspirada en principios nobles y dignos, esos mismos que, con una finalidad de humanismo cualitativo y religante, animen el diario convivir de todos sus compatriotas. Creo por estas mismas razones en que los mismos colombianos deban ser un crisol cultural inspirador de luz y de desarrollo para otros países, en esta nuestra era plural y planetaria...
2. Garantizar conocimiento pertinente
Ante el aluvión de informaciones es necesario discernir cuáles son las informaciones clave. Ante el número ingente de problemas es necesario diferenciar los que son problemas clave. Pero, ¿cómo seleccionar la información, los problemas y los significados pertinentes? Sin duda, desvelando el contexto, lo global, lo multidimensional y la interacción compleja.
Como consecuencia, la educación debe promover una “inteligencia general” apta para referirse al contexto, a lo global, a lo multidimensional y a la interacción compleja de los elementos. Esta inteligencia general se construye a partir de los conocimientos existentes y de la crítica de los mismos. Su configuración fundamental es la capacidad de plantear y de resolver problemas. Para ello, la inteligencia utiliza y combina todas las habilidades particulares. El conocimiento pertinente es siempre y al mismo tiempo general y particular. Existe una distinción fundamental entre la racionalización (construcción mental que sólo atiende a lo general) y la racionalidad, que atiende simultáneamente a lo general y a lo particular.
6. Enseñar la comprensión
La comprensión se ha tornado una necesidad crucial para los humanos. Por eso la educación tiene que abordarla de manera directa y en los dos sentidos: a) la comprensión interpersonal e intergrupal y b) la comprensión a escala planetaria. Tecnologías de información y de comunicación no implican comprensión. Esta última siempre está amenazada por la incomprensión de los códigos de los demás, de sus ritos y costumbres, de sus opciones políticas, de su comportamiento ético. A veces confrontamos cosmovisiones incompatibles. Los grandes enemigos de la comprensión son el egoísmo, el etnocentrismo y el socio centrismo. Enseñar la comprensión significa enseñar a no reducir el ser humano a una o varias de sus cualidades que son múltiples y complejas. Por ejemplo, impide la comprensión marcar a determinados grupos sólo con una etiqueta: sucios, ladrones, intolerantes, terroristas… Positivamente, las posibilidades de mejorar la comprensión son posibles mediante: a) la educación en empatía hacia los demás y b) la educación en tolerancia hacia las ideas y formas diferentes, mientras no atenten a la dignidad humana.
La verdadera comprensión exige establecer sociedades democráticas, fuera de las cuales no cabe ni tolerancia ni libertad para salir del cierre etnocéntrico. Por eso, la educación del futuro deberá asumir un compromiso sin fisuras por la democracia, porque no cabe una comprensión a escala planetaria entre pueblos y culturas más que en el marco de una democracia abierta.